Producción de "El atajo"
La confianza y
desconfianza en una amistad
Reseña crítica de “El Atajo”
Santino Medaglia e Ignacio Gatti
4° Economía
Lydia Carreras, nació en la ciudad de Rosario
en 1949, donde vive y trabaja. Tiene cuatro hijos, es profesora de Inglés y
tiene un instituto desde hace treinta y tres años. Hace diez años comenzó a
escribir cuentos para adultos, mientras asistía a talleres literarios. Menciones,
algunas selecciones en antologías y un par de primeros premios en concursos
locales, dentro ya de la literatura infantil y juvenil, la animaron a
participar en el certamen de la editorial Edelvives por el premio Ala Delta en
2006, con Las cosas perdidas. Obtuvo el primer premio y, al año siguiente,
consiguió el premio Alandar con El juramento de los Centenera, de la
misma editorial.
Dentro de sus títulos se encuentra uno muy
especial llamado “El Atajo”, del cual hoy vamos a hablar y reflexionar sobre
algunos temas que se presentan en la historia.
Primero que nada, debemos saber un poco sobre
este cuento, el cual trata de una chica de 16 años, llamada Candela, la cual
vivía en unas condiciones no muy buenas, en un barrio llamado “La Margarita”,
sumado a esto, la madre de Candela, llamada Amalia vivía con su pareja, la cual
no era del agrado de la joven. Harta de la situación ella decide irse de la
casa por un tiempo indefinido en medio de la discusión ¿Cuándo volverá?, ni
ella lo sabe, ahora solo piensa en su destino, el cual dependía de si su
madrina Ofelia disponía de espacio para ella. Al aceptar solo poder pasar una
noche allí, Candela y sus amigas salen de fiesta por la noche, es aquí donde
aparece un personaje vital para esta historia, Marcia. Una joven brasilera,
alta, rubia, morena y bella, que destacaba y llamaba mucho la atención, termina
conversando con Candela, ofreciéndole estadía en su casa. ¿Será una decisión
bien tomada? Nadie sabe, pero una joven de tan alto carisma, tal como Marcia,
no la hacía dudar.
Durante su estadía en lo de su nueva amiga, Candela fue tratada de la
mejor manera, pero, a diferencia de otras historias, esta no iba a tener el
mismo desenlace, ya que la historia se tornaba un poco obscura a medida que
pasaban los días y la personalidad de Marcia iba cambiando. Todo seguía este
rumbo, hasta que Marcia le propone a Candela acompañarla hasta Brasil y poder
conseguir algún trabajo allí. La joven, ciega de emoción, acepta la idea, pero
todo no era lo que aparentaba…
Al llegar a Brasil, Marcia actuaba
raro, haciéndole peticiones raras a Candela como por ejemplo:
-Candela- “Le podría mandar un mensaje a mi vieja, ya que estamos”
-Marcia- “Esperá
que crucemos el Tancredo Neves”
Luego
de esto Candela se dirige a la casa de unos supuestos amigos de Marcia, en
donde descansarían y al otro día seguirían el viaje, pero lo que ocurrió la
mañana siguiente, solo lo saben los lectores…
Personalmente esta novela nos pareció bastante
atrapante en cuanto al inicio y la trama, fue un buen desarrollo de personajes,
todos cumplían un rol fundamental en la historia. También consideramos que otro
punto a favor podría ser el orden cronológico en el que ocurren los hechos, y
su división en cada capítulo. Sin embargo, con respecto al final del cuento,
este fue muy simple y predecible para el lector, nos hubiese gustado que
incluya algún giro rotundo en el desenlace para que la historia quede bien concluida.
A pesar de este punto negativo, recomendamos la novela.
Puntuación: 4/5
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