Entradas

Aparato crítico de Juan Carlos Onetti

Imagen
Juan Carlos Onetti .(Montevideo, 1 de julio de 1909 - Madrid, 30 de mayo de 1994). Escritor uruguayo. Su labor literaria comienza en Buenos Aires, donde colabora en los diarios  La Prensa  y  La Nación de Buenos Aires . En 1935 escribe  Los niños en el bosque  y  Tiempo de abrazar , que no se publicaron hasta casi cuarenta años después.  En 1940 publica en el diario  La Nación de Buenos Aires  su primer cuento relevante,  Un sueño realizado ,   al que sigue una extensa lista de publicaciones, formada entre otros por  El obstáculo  y  El posible Baldi .

Relato metadiegético “El simulacro”, de Jorge Luis Borges

Imagen
Función: Informativa Trama: Descriptiva   Contexto: Lata en la que se recibían cuotas de dos pesos Soporte: Lata de metal oxidada.

Relato metadiegético “Ella”, de Juan Carlos Onetti

Imagen
  Funcion: Apelativa Trama: Argumentativa Contexto: Folleto del embalsamador que menciona el narrado. El recuerda un niño vestido de marinero. Soporte: Hojas arrugadas 

Relato metadiegético "Esa mujer", de Rodolfo Walsh

Imagen
  Función: Informativa Trama: Descriptiva  Sporte: Sobre de madre viejo

Insignia "Continuidad de los parques", de Julio Cortázar

Imagen

Control de lectura "Cambio de luces", de Julio Cortázar

Imagen
  Control de lectura "Cambio de luces", de Julio Cortázar

Texto argumentativo "Cambio de luces" , de Julio Cortázar y "La intrusa", de Jorge Luis Borges

La mujer invisible  En “Cambio de luces” y “La intrusa” , tanto Cortázar como Borges presentan mujeres que se convierten en meros objetos de deseo, cuya subjetividad es ignorada por completo. En " Cambio de luces" , Tito Balcárcel idealiza obsesivamente a Luciana y exige que ella modifique su apariencia y entorno para encajar en su fantasía, construyendo una atmósfera “cenicienta” tal como él la imaginó . Ella acepta cambiar su cabello, pero al final él descubre que ha sido reemplazado por el ideal de Luciana, lo que evidencia su ignorancia de sus verdaderos deseos . En La intrusa , los hermanos Nilsen reducen a Juliana a un objeto común: la comparten sin preguntar por su opinión y luego la venden a un prostíbulo para resolver sus conflictos, sin mostrar señal de empatía o reconocimiento de su interioridad . En ambos relatos, las mujeres no existen por sí mismas, sino como espejos y trofeos de la subjetividad masculina. Sus emociones, voluntades y deseos son silenciados: ...